Suele estar detrás de la guantera o cerca del sistema de calefacción y aire acondicionado. Es crucial cambiarlo regularmente, según las recomendaciones del fabricante, para asegurar su eficacia y mantener un flujo de aire adecuado en el interior del vehículo.
Cuándo hay que cambiar el filtro del habitáculo
Se recomienda cambiarlo cada año o cada 15.000-20.000 kilómetros, o con mayor frecuencia si conduces por zonas con mucha contaminación o polvo. Cambiarlo a tiempo es una medida sencilla y económica que te permite disfrutar de un aire más limpio y fresco en tu vehículo, proteger tu salud y alargar la vida útil de tu coche.
Asegúrate de comprar un filtro del habitáculo compatible con tu modelo de coche y de garantizar su correcto mantenimiento. Limpia el compartimento antes de instalar el nuevo. Si tienes dudas sobre el proceso, consulta el manual del fabricante.
¿Qué pasa si no lo cambio?
No cambiar el filtro del habitáculo a tiempo puede traer consigo una serie de problemas, tanto para la salud como para el vehículo:
- Peor calidad del aire. Si está obstruido deja pasar polvo, polen, bacterias, hongos y otras partículas contaminantes. Esto provocan alergias, irritaciones respiratorias y problemas de salud, especialmente en personas con asma o alergias.
- Malos olores. La acumulación de suciedad y bacterias genera olores desagradables dentro del coche.
- Reducción del flujo de aire. Dificulta la circulación del aire, lo que reduce la eficiencia del aire acondicionado y la calefacción, obligando al sistema a trabajar más y aumentando el consumo de combustible.
- Desgaste del ventilador. El esfuerzo extra del ventilador para vencer la obstrucción del filtro puede acortar su vida útil.
- Obstrucción del drenaje. La suciedad acumulada puede obstruir el drenaje del sistema de aire acondicionado, provocando goteras en el interior.
- Daños en el motor. Si se desintegra por completo, las partículas pueden llegar al motor y causar daños.
Cómo saber si está dañado el filtro del habitáculo
Existen varios indicios que te pueden alertar de que está dañado:
- Reducción del flujo de aire. Eso produce que el aire acondicionado o la calefacción no funcionen con la potencia habitual.
- Empañamiento de las lunas. Esto ocurre sobre todo e en condiciones de humedad.
- Aumento del polvo en el interior. Es otro indicio de que no está reteniendo la suciedad de manera eficiente. Esto suele suceder con frecuencia en primavera.
- Ruidos en el sistema de ventilación. Esto se debe esté obstruido y el ventilador tenga que trabajar más para forzar el paso del aire.
- Alergias o problemas respiratorios. Es un indicio de que está dejando pasar partículas contaminantes.
En el caso de presentar alguno de estos rasgos tienes que acudir rápidamente a que te lo arreglen. En Surmoción SEAT, tienes a tu disposición nuestro taller, donde te encontrarás a los mejores mecánicos. No lo pienses más, pide cita previa y repara tu coche de una manera sencilla.